Entre las opciones que el ecosistema de Google ofrece, los cuestionarios (formularios) son una de las posibilidades más interesantes y útiles que el profesor de lenguas dispone para evaluar y orientar el aprendizaje de sus alumnos.
Eso fue posible, sobre todo, después que Google introdujo la posibilidad de añadir imágenes y/o vídeos junto con las preguntas del cuestionario.
Ahora bien, antes de entrar en ese tema quiero comentar sobre una "nueva" funcionalidad de Youtube que puede ayudar bastante al trabajo del profesor cuando prepara preguntas y actividades.
Cuando le damos con el botón derecho del ratón arriba de cualquier vídeo de Youtube se genera un enlace directo a ese momento específico del vídeo (ver imagen debajo).
Eso permite ahorrar tiempo y esfuerzos, pues podemos preparar actividades o preguntas sencillas yendo directamente al momento exacto que queremos mostrar.
Ahora bien, con los cuestionarios de Google podemos avanzar más en la preparación de actividades sofisticadas.
La edición de los cuestionarios de Google es bastante intuitiva y su curva de aprendizaje es pequeña, aunque hay que reconocer que su dominio por parte del docente puede ser dividido claramente en dos niveles: un aprendizaje/trabajo más rápido en el primer nivel con las diversas opciones de preguntas y configuraciones básicas, y un segundo nivel de aprendizaje/trabajo posterior, más o menos rápido también, pero más avanzado, para preparar y ejecutar pruebas con diversos grados de retroalimentación o con trayectos formativos adaptativos según la respuesta dada. En este segundo nível, aunque no es difícil, pocos se aventuran e invierten tiempo para aprovecharlo mejor.
Es por eso que, según su finalidad y objetivos, así como el grado de experiencia y cuidado que tenga el profesor, pudiera variar bastante la estructura y número de preguntas en el formulario creado.
De acuerdo con sus objetivos y momento de aplicación pueden ser formularios de diagnóstico inicial, al comienzo de un curso, semestre o unidad, o formularios de auto-evaluación formativa o de evaluación sumativa final, con preguntas abiertas o cerradas, más cortos y rápidos o más complejos y demorados, con retroalimentación inmediata o no.
También pueden ser antes o después de una clase o para orientar la realización de proyectos, rellenados de forma libre o anónima o configurados para que el que responda se identifique con su nombre e correo electrónico.
El profesor que crea el formulario puede configurar cada pregunta para que sea de respuesta obligatoria o no. También puede desordenar las preguntas y opciones si así lo cree conveniente. Puede crear secciones diferentes o ir a preguntas diferentes según la respuesta dada. Qué bueno, ¿verdad?
La retroalimentación es una de las características más importantes e interesantes en cualquier tipo de actividad interactiva, y aquí no lo es menos. Pueden ser brindadas las soluciones de forma inmediata o también puede ser mostradas más tarde.
El profesor debe pensar en esas cuestiones de configuración, o sea, más bien es un tema de estrategia pedagógica y no tanto del uso de la tecnología en sí.
Por último, el aspecto visual de los cuestionarios también puede ser editado, con varias opciones de plantillas, colores o hasta de inclusión de imágenes propias para el fondo o el encabezamiento.
Una vez creado el cuestionario se puede divulgar de forma abierta, como veremos en los ejemplos que mostraré aquí o dejarlo visible solo para personas específicas. Por otro lado, es muy fácil hacer copias para otros grupos o momentos, haciendo nuevos cambios si fuese necesario.
No es mi intención ofrecer aquí un tutorial específico, pues eso lo he hecho en diversos cursos y talleres, sino más bien, mostrarles ahora algunos ejemplos que he seleccionado, hechos por mí o por otros profesores, para que vean algunas posibilidades de trabajo con este tipo de formulario, cuestionario o planilla, como quieran llamarle.
1- La cumbia del Mole. Un ejemplo del profesor Luis González, que enseña español en Belo Horizonte:
2- Carlos Vives y Colombia. Un ejemplo que le muestro a mis alumnos:
3- El Niágara en bicicleta. Otro ejemplo mío con una propuesta de explotación de una canción de Juan Luis Guerra:
4- Otra actividad con Carlos Vives, en este caso con la canción "Mañana" hecha en homenaje a la ciudad de Lima, Perú. Actividad preparada por la profesora Fernanda, que enseña en Sao Paulo.
5- Este ejemplo final fue preparado por la profesora Elaine Sgarbi para sus alumnos del IFAL.
No se queden preocupados con la extensión o complejidad de los primeros tres ejemplos, pues en realidad fueron elaborados como modelos para mostrar las posibilidades de uso. Las propuestas que preparen al inicio pueden ser más sencillas.
Observen que los ejemplos que mostré aquí son de formularios con todas las preguntas en una misma página, pero si fuera conveniente se pueden organizar las preguntas en varias páginas o secciones.
Una buena estrategia para mostrar un texto largo, como es el caso de la letra de una canción, pudiera ser mostrar ese texto en forma de imagen previamente preparada y subida al formulario. Eso permitirá presentar el texto de una forma más atrayente, como vemos en el primer ejemplo.
Ahora bien, una cosa importante que no me canso de decir a los futuros profesores:
Es muy fácil hacer una actividad rápida a modo de prueba para ver cómo funciona. En realidad no gastarán más de un minuto en la preparación de un cuestionario breve en un sistema como este, pero montar una buena actividad, que funcione bien, requiere más tiempo, planificación y pruebas piloto, o sea, deben probarlo primero con pocas personas, para comprobar que el cuestionario es adecuado y está bien elaborado antes de trabajarlo con todos los alumnos.
Con los comentarios y ejemplos aqui presentados hemos podido ver que este tipo de tecnología (de Google o de otras similares) permite preparar sin mucho trabajo actividades sofisticadas que pueden ayudar al profesor y a sus alumnos, pero quiero insistir en que, en realidad, al facilitarse la parte tecnológica, el foco del problema se traslada más bien hacia la parte pedagógica, a la evaluación y la gestión del aprendizaje, que es lo más importante.
La decisión del docente de cuándo ofrecerá las respuestas y resultados me parece también que es crucial en el resultado final y la satisfacción que los alumnos puedan tener al realizar actividades de este tipo. Lo sé por experiencia propia.
En mi opinión, los cuatro pilares propuestos por Alves e Leffa (2020) de creatividad, curaduría, placer y sabiduría digital del profesor-autor que (re)crea sus materiales didácticos, muy bien pudieran estar presentes en la producción de actividades como estas, aunque tal vez no sean un REA en su sentido estricto. ¿Qué piensas sobre eso?
¿Tienes algún ejemplo de uso de formularios de Google, de Microsoft o de otro tipo que quieras compartir con nosotros?
Referencia
ALVES, Carolina Fernandes; LEFFA, Vilson J. Professor-autor de Recursos Educacionais Abertos: uma identidade em construção. Revista Eletrônica Interfaces, v. 11, n. 4, 2020. https://revistas.unicentro.br/index.php/revista_interfaces/article/view/6668