Vídeo 10. Ayudas previas a la lectura
En la tarea de lectura hay que hacer cosas antes, durante y después.
La lectura en educación secundaria es por lo general para valorar, criticar o aprender, por lo que la lectura debe ser menos ciega, más dirigida, más orientada, más guiada.
Antes de leer hay que ayudar a que los alumnos sepan qué van a leer y por qué. Debemos decir porqué es que escogimos un texto para que ellos lo lean (ver figura).
Debemos ofrecer otros textos, además de los libros de textos. Debemos también ayudar a que ellos recuperen en conocimiento previo. Si tienen poco conocimientos previos debemos facilitarlos, pues el conocimiento previo es el puente, es lo que permite incorporar ese texto a las estructuras de conocimiento que ya se tienen. Con frecuencia los alumnos tienen conocimientos previos relevantes pero otra cosa es que lo sepan y otra cosa es que lo puedan recuperar.
Es también importante que los alumnos sepan identificar el proceso de lectura más adecuado. Los alumnos tienen que aprender que no tienen que leer todos los textos de la misma forma (si va a ser una lectura rápida, una lectura detenida, si va a tener que releer). Los estudiantes acostumbran seguir un patrón de lectura lineal y repetida, leen todo de la misma forma, pero eso no debe ser así. Hay textos que solo hay que ver el índice para ver si se decide leer o no, pero habrá otros textos que habrá que leer tres veces un mismo apartado y otras partes no. Eso quiere decir que es necesario pensar en la lectura.
Es importante también pensar en si se tienen o no la capacidad para leer un texto determinado. Para que se pueda abordar una tarea, para que tenga sentido hay que contar con los recursos, también hay que saber no se exige siempre el mismo esfuerzo para comprender. Para muchas tareas que proponemos no basta con leer el texto una única vez. Para muchas tareas, además de leer hay que estar escribiendo, pues no se puede retener en la mente toda la información.
Vídeo 11. Ayudas durante la lectura
Las ayudas durante la lectura son un poco más complicadas. Vale pensar en lo que se tiene que hacer para leer y una cosa importante es tener claro el objetivo para el cual estamos leyendo. Una vez que tengamos claro el objetivo no es fácil mantenerlo. El objetivo hay que poderlo mantener. El conocimiento previo no es porque sea previo a la lectura, es el conocimiento que ya tenemos que usaremos antes, durante y después de la lectura (tiene que estar usable). Durante la lectura tenemos que ir identificando palabras e ideas claves que nos ayuden y para eso es básico saber lo que buscamos.
Hay que identificar o determinar lo que es importante.
Hay dos criterios de relevancia. La relevancia textual (aquello que el autor considera relevante, que lo marca, lo repite, lo pone en negritas, lo subraya), pero hay también otro criterio de relevancia. Como profesor por qué les doy ese texto.
Después, el problema más importante que tienen los alumnos de secundaria es relacionar los conceptos y las ideas durante la lectura. Más que relacionar las ideas más importantes el problema está en relacionarlas, poder integrarlas.
Ayuda mucho pasar del mero subrayado a tener que escribir. El hecho de tener que escribir, elaborar, conectar las ideas, pues las ideas en los textos están conectadas, pero cuando subrayan uno no se queda con los conectores, se queda con las ideas. Ese es un problema de tipo cognitivo, es una elaboración, es una relación que se construye. Cuando se usa bien un conector sabemos cuál relación establece.
Después, también durante la lectura hay que ayudar a controlar si se va acomprendiendo lo que se lee y si se va consiguiendo los objetivos.
Los alumnos tienen que aprender también que no siempre hay que hacer lo mismo ante todos los obstáculos de lectura. Para algunos hay que parar y pedir ayuda, pero para otros no hay que hacer lo mismo. Puedo no entender algo ahora, pero más adelante ya se puede entender, gracias al contexto.
Aunque no lo estamos diciendo, mientras comprendemos sabemos que comprendemos, porque percibimos inmediatamente cuando hay algun problema. Esa habilidad está muy comprometida en los alumnos que tienen dificultades de lectura. Ellos leen, se enteran de poco, pero continúan leyendo.
Ayudar a supervisar quiere decir que hay que poder dotarse de algunas estrategias que les permitan a los alumnos darse cuenta que hay dificultades. Si siempre leen textos perfectos, sin problemas, es más dificil que puedan darse cuenta. Textos que le faltan alguna palabra o tienen alguna dificultad son textos que ayudan a la supervisión constante de la lectura, que es una capacidad que los buenos lectores tenemos en piloto automático, o sea, solo la activamos cuando es necesario. Cuando nos damos cuenta, paramos, releemos y podemos continuar.
Después de leer es importante hacer cosas, porque nuestra capacidad de retención es limitada. Necesitamos como mínimo fijar la información, necesitamos parar y pensar sobre lo que hemos leído. la relexión y el análisis sobre lo que se lee se apoya en la lectura, pero se apoya mucho en lo que se dice y lo que se escribe sobre lo que se ha leído. El pensamiento estratégico no es un pensamiento muy especializado. Una parte de las estrategias que utilizamos para comprender un texto, también las utilizamos para escribir un texto, para escuchar y para hablar, por lo tanto el trabajo estratégico se favorece mucho del uso combinado de las otras estrategias. Cuando hablamos sobre lo que hemos leído, cuando contrastamos la comprensión a la que hemos llegado, cuando hacemos una recapitulación, estamos entrando en un mundo de las tareas híbridas, o sea, tareas que nos hacen leer y escribir, hablar y leer, escuchar y hablar, así nos aproximamos a un contenido desde las diversas capacidades lingüísticas y también nos ayuda a mejorar nuestra competencia en cada una de esas habilidades. Todo lo que tiene que ver con valorar, contrastar, argumentar a nivel escrito va a ser importante.
Vídeo 13. Tareas simples y tareas complejas
Las tareas de lectura que proponemos son muchísimas. Si entran en Leer.es verán que son muchísimas la cantidad de tareas que se pueden proponer, pero las que se acostumbran proponer no son muy variadas.
En los diversos ámbitos (educación secundaria y universitaria) la mayoría de las tareas son tareas simples. Con mucha frecuencia eso tareas que remiten a una única fuente documental. Hacen leer un texto y no dos o tres. Generalmente solicitan que el lector reproduzca el texto, por lo tanto fomentan una aproximación superficial, o sea, poder decir lo que el texto dice como el texto lo dice. Esas son tareas que están acompañadas de muy escasa escritura (responder alguna pregunta por escrito, identificar una respuesta en una pregunta de opción múltiple). Esas son tareas muy útiles para decir lo que dice el texto pero menos favorecedoras de una auténtica transformación del conocimiento a través de la lectura, pues hacen quedar al lector en el texto, no lo hacen ir más allá.
Las tareas complejas, por su parte, son tareas que, si implican un texto, obligan a relacionar, integrar informaciones que están alejadas en ese texto, pero con mucha frecuencia son tareas que remiten a más de un texto, obligan a pensar.
Normalmente están acompañadas de una escritura o explicación que hacen utilizar otra habilidad linguística y que exigen una aproximación más personal.
Las tareas más complejas que obligan a ir más allá del texto, más globalizadas, en que la lectura está al servicio de algún proyecto, son lecturas que obligan a consultar fuentes diversas, a integrarlas, y por lo tanto se escapan de esa mirada muy superficial a los textos que por lo general adoptan nuestros estudiantes. Es importante pensar que las tareas simples requieren un procesamiento de la informacióin menos compleja. Si las tareas son muy simples, las estrategias que pondrán en marcha los alumnos también serán más bien simples.
Muchas gracias por vuestra atención.
[aplausos]
Ver las partes I y II, así como las preguntas finales a modo de resumen.
1 comentario:
Gracias por compartir los videos. :)
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